Cómo una alimentación vegetariana y vegana puede mejorar la salud mental
A raíz del Día Mundial del Veganismo, te contamos un poco más de por qué tantas personas han escogido ya este estilo de vida.
La última década ha constituido sin duda un enorme crecimiento para las dietas veganas y vegetarianas, lo cual se puede ver reflejado en la variedad de opciones libres de animales que se presentan hoy en día en los supermercados, restaurantes, cafés, entre otros espacios.
Este escenario era impensado para quienes dejaron el consumo de carne hace más de diez o quince años, lo cual nos hace preguntarnos: ¿Puede mejorar esta dieta la salud mental de las personas que deciden llevarla?
Según una publicación de la revista HarpersBazaar, hay cuatro formas en las que una alimentación a base de plantas puede mejorar la salud mental.
Primero, y citando a su vez una investigación de Nutrition Journal, esta dieta ayudaría a disminuir la depresión, ya que la eliminación de los ácidos grasos de cadena larga presentes en la carne se asocia con síntomas de depresión. Asimismo, las dietas veganas también tienen más carbohidratos complejos presentes que aumentan la sensación de serotonina en el cerebro.
Otro punto señalado en la publicación es la mejora del humor, ya que las vitaminas y los nutrientes que se consumen en una dieta vegana ayudan a combatir enfermedades.
La mejora del sueño es otra arista muy importante a favor de este régimen alimenticio, esto, debido a que el aumento del consumo de vitaminas como el magnesio (provenientes de alimentos de origen vegetal como las espinacas o las paltas) y el calcio, ayudan a tener un ciclo del sueño más regulado y efectivo.
Por último, y acorde a la misma investigación de Nutrition Journal en tan solo dos semanas de dieta vegana, los niveles de estrés se ven reducidos. Esto, debido a que una alta ingesta de vegetales ayuda a disminuir la presión arterial, el colesterol y el peso. Asimismo, los antioxidantes que se encuentran en las vitaminas A, C y E ayudan a reducir el daño de los radicales libres, que aumenta cuando estamos estresados.
Asimismo, el director ejecutivo de nuestra organización, Ricardo Farías, químico farmacéutico y vegetariano hace ya tres años, complementa que “Desde una mirada científica, los animales que se sacrifican para consumo humano normalmente están con un altísimo nivel de hormonas en su organismo, además de otros elementos químicos que no hacen bien a la salud humana. A esto hay que añadirle las hormonas del estrés generadas por el propio animal dada la forma en que son asesinados”.
Estos cuestionamientos han sido planteados también desde hace siglos por grandes figuras de la Historia que decidieron dejar el consumo de carne, tales como Pitágoras, Da Vinci, Tesla, Einstein, entre otros. Ellos argumentaban que el crecimiento del espíritu y conciencia humanos tenían que venir acompañados de un nivel de empatía con los otros habitantes del planeta Tierra.