El saludable aumento de la participación ciudadana post estallido social
¿Se replicará en las elecciones de abril?
El saludable aumento de la participación ciudadana post estallido social
El estallido social ocurrido el 18 de octubre de 2019 marcó un antes y un después en muchos sentidos. Si nos vamos a lo inmediato, qué duda cabe de que fue uno de los momentos más tensos para nuestra democracia desde el fin de la dictadura. Pero si nos vamos a lo macro, generó una sociedad distinta a la de antes, mucho más empoderada e interesada en los asuntos públicos de nuestro país.
Un cambio que se veía difícil de prever en las últimas elecciones presidenciales, ocurridas en 2017. En dicha instancia participaron, según datos del Servel, 6 millones 700 mil personas en primera vuelta. Mientras tanto, en la segunda vuelta, la cifra se elevó levemente, hasta llegar a 7 millones 32 mil personas.
Foto: Para uso editorial exclusivamente / Crédito editorial: Tomywk / Shutterstock.com
En la elección más importante de nuestro país, la participación no pasó del 50%. Una crisis de representatividad que se agudizaba si pensamos en las elecciones de otros representantes, como diputados, senadores o alcaldes.
Sin embargo, ese panorama poco esperanzador cambió radicalmente para el último plebiscito constituyente. Si bien la cifra no se elevó tanto, ya que pasó a un 50,95% de participación, cabe destacar que esta ocurrió en plena pandemia por el Coronavirus. De hecho, muchas de las votaciones más grandes ocurrieron en lugares en cuarentena. Pese a las dificultades, terminó siendo la votación más masiva con voto voluntario desde que se implementó esta modalidad.
Pero no solo en lo electoral se basa la reactivación de la participación ciudadana. Apenas ocurrido el estallido social se convocaron a una serie de cabildos abiertos para que la gente opinara sobre la situación país y cuáles eran sus principales propuestas para salir de la crisis. Según la Mesa de Unidad Social, dos semanas después del 18 de octubre, fueron más de 15 mil personas las que participaron en esta iniciativa. La principal propuesta de la gente fue buscar la forma para cambiar la Constitución, algo que finalmente las autoridades escucharon.
También se pueden detectar otros síntomas de una sociedad más empoderada en materias legislativas o judiciales. La presión ciudadana para la aprobación del proyecto que permitía a la gente retirar el 10% de sus fondos previsionales es un ejemplo. Ya aprobado el primer proyecto, según la encuesta Cadem, el 87% de las personas estaba dispuesta a sacar un segundo 10%.
También se pueden mencionar los cacerolazos y manifestaciones ciudadanas por los casos de violencia contra la mujer. O la inmensa marcha ocurrida el 8 de marzo del año pasado, cuando más de 2 millones de mujeres salieron a la calle a visibilizar las diferentes inequidades de género existentes en nuestro país.
Lo que la gente pide es más instancias para decidir. Sentirse más escuchada por nuestros representantes. La democracia directa hoy en día es temida por la clase política debido a que se está en permanente miedo de caer en los “populismos”. Sin embargo, existen ejemplos en el extranjero de países con un buen pasar y que tienen una democracia mucho más conectada con la gente.
Uno de los ejemplos es Suiza que, según su Constitución, el pueblo dispone de dos tipos de herramientas de participación ciudadana: el referéndum (facultativo u obligatorio, en cualquier caso vinculante) y la iniciativa legislativa popular, que por cierto se somete a consulta si reúne el mínimo de firmas.
Así, el pueblo suizo puede derogar una ley ratificada por el Parlamento, si se reúnen 50.000 firmas en un espacio de cien días tras la promulgación de la norma, para obligar al gobierno a someter el asunto a votación pública, mediante un referéndum facultativo. Y si la decisión de la Cámara concierne normas constitucionales o del derecho internacional, se usa el referéndum obligatorio.
En nuestro país se pueden aplicar métodos sencillos de participación. Uno de ellos podría ser la implementación de un sistema de votación online mediante la clave única. La “Comisaría Virtual” ha demostrado ser una plataforma que da a basto a través de ese sistema, ¿por qué no usarlo para que la gente participe igualmente?
Y es que deben ser las personas las que decidan el futuro de nuestro país. Nuestra opinión es tan importante como la de un presidente o un senador. Al final, Todos Decidimos.
1 Comment
No estoy de acuerdo con su plantemiento, el estallido social sólo provocó una catarsis, no se ha conseguido nada
La famosa Asamblea constituyente como tal no existe ya que se transformó en una Asamblea Mixta, en la cual los políticos se apoderaron
Lo único que se conseguirá es redactar una nueva Constitución que legitimise lo ya establecido por la dictadura
Esto quedó claramente establecido para el primero de mayo, donde estaba el pueblo, el pueblo estaba en sus casas no salió a agradecer a los portuarios, a aquellos compatriotas presos, a lo muertos, a aquellos que le cercenaron sus ojos. El pueblo no tiene memoria, solo mueve intereses propios e individualistas.
No he visto, o mejor dicho e visto muy pocos comentarios e interés por lo ocurrido entre la casta política y el gobierno, como nuevamente se reunieron para una vez más aplastar el pueblo.
El estallido social a minparecer sirvió para remover a otros países latinoamericanos para que estos realmente despertaran de su letargo.