Guerra a los virus, no a los humanos.

Las armas son un negocio, un negocio destructivo capaz de vulnerar los derechos humanos y cuantas más armas se provean mayor es la exposición al uso de las mismas.

«Hay un riesgo real de que las armas contribuyan a las violaciones de los derechos humanos», indica Oliver Feeley-Sprague, experto en comercio de armamento de Amnistía Internacional. «Se están cometiendo claras violaciones por todos los bandos. Pero, en general, cuantas más armas se suministren, mayor riesgo hay de que se usen», agrega en el artículo Los 3 factores que hacen del comercio global de armas un negocio cada vez más rentable publicado por la BBC en mayo 2018.

Año tras año los países siguen gastando enormes presupuesto en armamento, ¿Con qué fin? ¿Crear y mantener las guerras?

Ejércitos terrestres, navales y aéreos que cuando se usan  ocasionan innumerables muertes, heridas físicas y psicológicas en especial a  las personas más inocentes,  se destruyen infraestructuras como hospitales, carreteras, plantaciones, que a ningún país les sobran,  además de generar grandes  daños al entorno., especialmente  si se usa energía atómica donde deben pasar cientos de años para que la contaminación permita nuevamente la vida. Esto sin considerar los desechos atómicos que duran miles de años en perder su capacidad de contaminación.

En otro artículo de la BBC titulado: Cuáles son los 10 países del mundo que gastan una mayor parte de su riqueza en armamento, se menciona que el total del gasto militar mundial llegó hasta los 1,7 billones de dólares en el año 2017 y datos actualizados indican que  en el año 2019 subió a 1,9 billones de dólares

Teniendo en cuenta la cifra anterior y pensando en las carencias de cada país en relación a salud, alimentación y educación nace la siguiente interrogante:

¿No estarán los gobiernos destinando gran parte de sus presupuestos a destinos equivocados?

 Considerando el sí como respuesta, se origina la siguiente afirmación:

 Si los recursos económicos que se destinan en armamento fuesen utilizados en la cobertura de necesidades como salud, alimentación y educación, mejorarían las condiciones de vida de todos los seres humanos.

 Esto es especialmente importante ahora donde todos los países están siendo afectados por el mismo enemigo, Covid 19, y está causando estragos a todos sin distinguir fronteras, tipos de creencias políticas o religiosas.

 La finalidad de este planteamiento es poder llegar a acciones concretas, como por ejemplo que los distintos gobiernos lleguen a un acuerdo que permita congelar o reducir el presupuesto de armamento de forma proporcional, destinando este ahorro de dinero a recursos como: Investigación científica que permita evitar la propagación de nuevos virus, mejorar la alimentación, la  salud, la educación, mejorar las  pensiones para los adultos mayores e invertir en el  cuidado del planeta; lo cual a largo plazo permitirá establecer un desarrollo sustentable de la economía para todos ,  lo que evitaría en gran medida el riesgo de guerras.

Si la gente tiene alimentación, salud, educación, vivienda digna, sueldos adecuados, seguridad , se sienta participe de las decisiones de sus autoridades,  lo más probable que la idea de la guerra no tenga ningún sentido.

 ¿Cómo poder lograrlo?

 Nuestra principal premisa como ONG es lograr la participación de todas las personas a través del voto y por medio de encuestas libres sobre temáticas de impacto social. Las cifras obtenidas de dichas encuestas serán presentadas a los gobiernos o entidades, ejemplo:  profesores, directores, jefaturas, gerencias, alcaldes, diputados, senadores, ministros, presidentes, miembros de Orden y Seguridad y de las Fuerzas Armadas. En general a todas las personas que pueden tomar decisiones que podrían afectar la vida de la comunidad, especialmente de los más necesitados.

Llegó el momento de hacer el cambio, hagámosle la guerra al virus, no a los humanos.

Da el primer paso completando la siguiente encuesta:

Encuesta ¿En qué gastaría usted el presupuesto de armamento de su país?