Las drogas y la falsa felicidad
A propósito del Día Internacional de la Conciencia sobre la Sobredosis el pasado 1 de septiembre, nuestro Director, Ricardo Farías, nos guía, en su condición de químico farmacéutico, en el mal uso de las drogas y cómo combatir y triunfar en la batalla contra ellas.
Los seres humanos siempre estamos en la búsqueda del sentido de la vida, ya que de alguna manera percibimos que lo que nos rodea en lo material, si bien es importante, no satisface todo lo que necesitamos para lograr el equilibrio emocional y la felicidad plena.
Adicionalmente, si vemos la situación actual del mundo, donde existe injusticia social, guerras, gobiernos corruptos, entre otras cosas, es razonable que estemos en búsqueda de un camino distinto.
En esta búsqueda nos podemos encontrar con varias opciones y, lamentablemente, no todas son beneficiosas para nuestro frágil organismo. Una de ellas es buscar este estado emocional elevado ingiriendo alucinógenos o drogas que generan este efecto. Gracias a mi formación de Químico Farmacéutico, puedo asegurar que la ingesta de estos productos termina produciendo muchos más daños que beneficios para nuestro organismo, entre ellos la adicción y el deseo de perpetuar la sensación producida, consumiendo cantidades cada vez mayores.
Sin embargo, la buena noticia es que cada uno de nosotros puede llegar a un estado de paz, felicidad y equilibrio emocional sin la necesidad de productos externos, con un antiguo método muy sencillo, llamado meditación.
Hay muchas escuelas de meditación en el mundo, pero finalmente esta práctica es tan sencilla como estar en el momento presente, dejando todas las preocupaciones de lado. Si bien esto puede parecer algo difícil de hacer, con dedicación y perseverancia, se puede llegar a niveles increíbles de paz, tranquilidad, autoconocimiento y felicidad.
Además de los estudios científicos que respaldan esta técnica, desde hace milenios los grandes maestros han recomendado la meditación como el camino para encontrar en nuestro interior las respuestas y el estado emocional deseado, aquello que muchas veces buscamos afuera, en las cosas materiales o en productos sintéticos que pueden llegar a causarnos mucho daño.
La sugerencia para meditar es buscar un lugar tranquilo y dedicar media hora al día a la práctica. Con el tiempo y paso a paso, es posible llegar a niveles nunca imaginados de plenitud y sin producir ningún daño a nuestro cuerpo, únicamente beneficios.