¿Qué consecuencias traería la extinción de las abejas?
En el Día Mundial de las Abejas, te contamos por qué son tan importantes para los ecosistemas y biodiversidad de la Tierra.
El Día Mundial de las abejas nace en diciembre de 2017, cuando Naciones Unidas decidió establecer el 20 de mayo como la fecha para conmemorarlo, ya que coincide con el nacimiento de Anton Janša, quien, en el siglo XVIII, fue pionero de la apicultura moderna desde su Eslovenia natal.
Pero, ¿por qué son tan importantes estos insectos y cuál es el papel fundamental que juegan en los ecosistemas del planeta Tierra?
La polinización es el mecanismo clave que mantiene la armonía y funcionamiento de los ecosistemas, ya que es vital para la generación de la mayoría de los cultivos y también de la vegetación silvestre. Cerca del 90 por ciento de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse. De igual manera, alrededor del 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo tienen alguna dependencia de la polinización, así como el 35 por ciento de las tierras agrícolas mundiales.
Este proceso tiene como protagonistas a los insectos polinizadores, especialmente a las abejas, las que son las encargadas de transportar el polen en sus vellos y patas, iniciando la fecundación de las plantas. Es a través de este trabajo que los granos de polen se transfieren de la parte masculina de la planta a la femenina, o de una planta a otra de la misma especie, resultando así en las semillas que forman las frutas y vegetales que consumimos.
En otras palabras, tres cuartas partes de los alimentos que consumimos dependen de estos insectos, especialmente de las abejas, las que además tienen la habilidad para incrementar el rendimiento de los cultivos en cerca de un 25%.
Por qué las abejas están en peligro
Las razones para que las abejas se vean amenazadas hoy en día son varias. En primer lugar, las malas prácticas agrícolas, como el uso de pesticidas tóxicos, están matando a estos bichitos, incluso cuando se encuentran haciendo su trabajo de polinización en los cultivos.
Por otro lado, el calentamiento global está haciendo desaparecer de a poco el hábitat natural de las abejas. Sumado a la polución, estos insectos tienen cada vez menos espacio en el planeta para desarrollarse.
Lo preocupante es el impacto que la desaparición de estos animales tendría en la producción de alimentos, traduciéndose incluso en la desaparición de algunos de ellos, como frutas, verduras y frutos secos. Es así como la dieta humana cambiaría de manera drástica, desencadenando grandes deficiencias nutricionales.
Pero no es solo en el ámbito alimentario que las abejas juegan un rol fundamental, sino que su presencia es también esencial para la preservación de la diversidad biológica, al polinizar las plantas que crean hábitats para otras especies de fauna. Por lo tanto, la pérdida de las abejas puede, además, contribuir a la pérdida de biodiversidad.
En palabras para BBC Mundo de Carolina Starr, consultora sobre Biodiversidad y Servicios a los Ecosistemas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) “La falta de abejas provocaría un efecto en cascada: si no tenemos semillas no tendríamos pasto, ni flores, ni frutas, ni animales que se alimentan de frutas. Las abejas y los demás polinizadores juegan un rol fundamental en la regulación de los ecosistemas».