Columna de opinión: Avanzando hacia un orden mundial más justo
Por Ricardo Farías, Director Ejecutivo de ONG Todos Decidimos
En esencia, los seres humanos somos iguales entre nosotros. Se nos hace imposible sobrevivir sin alimentarnos o sin beber agua. El planeta Tierra es capaz de cumplir con estas necesidades biológicas. Asimismo, también requerimos una vida social y espiritual satisfactoria, lo que puede ser cumplido siempre que nos desarrollemos en un entorno adecuado a la vida que queremos llevar.
Todos tenemos ambiciones, pero para lograrlas en la sociedad en la que nos encontramos, necesitamos que los gobiernos estén realmente interesados en la búsqueda del bien común.
Es importante considerar que las personas nacemos en un país que no escogemos, pero sí podemos escoger a nuestros gobernantes, esperando que al momento de llegar al poder estos cumplan con aquello que prometieron. Sin embargo, esto es algo que no siempre se cumple.
La realidad de la elite gobernante es muy distinta a la de la ciudadanía, por lo cual puede haber un conflicto para definir las prioridades hacia una mejor calidad de vida, así como las propuestas y promesas de campaña.
Esto afecta directamente la credibilidad que la población tiene hacia sus líderes, lo que se puede ver manifestado en la última encuesta Ipsos de agosto 2023, en la cual queda plasmado que el 58% de los chilenos no confía en el trabajo de los representantes políticos.
La opinión y contexto de las personas necesita ser más considerado a la hora de tomar las decisiones a nivel país. Una buena forma de hacerlo sería otorgar el poder a la ciudadanía a través de plebiscitos constantes sobre las temáticas más relevantes para la organización nacional, con una mayor injerencia de la participación ciudadana y menos de los partidos políticos.
Para estos fines se pueden utilizar fácilmente las herramientas digitales con las que contamos en la actualidad, ya sea para los plebiscitos en sí, como para realizar una educación cívica previa en toda la población. Esta última arista se hace absolutamente necesaria para que las personas puedan deliberar de manera informada y tomar la opción que más les acomode.
Pero no hay que olvidar la premisa de que todos los humanos somos, en esencia, iguales. Si podemos llegar a un sistema de gobierno que respete a todas las personas de un mismo país, podemos llegar al mismo resultado a nivel mundial.
Esto, además, considerando que hay temáticas que afectan a la población de todo el globo, tales como el cambio climático. Asimismo, las direcciones que toman los gobernantes en muchas ocasiones se extienden a población que va más allá de su territorio, como es el caso de la guerra.
El planeta Tierra es uno solo y las guerras y la violencia, lejos de llevar a preservarlo, nos acercan cada vez más hacia un fin inminente. Por esto, urge que los gobernantes tomen estas banderas y se unan en pro del bien común, dejen de luchar por acaparar los recursos mundiales, y se den cuenta que estos alcanzan para todos.
Recordemos que todos tenemos una fecha de vencimiento y si queremos dejar una huella positiva en este mundo antes de partir, especialmente si tenemos seres queridos que deseamos que vivan dignamente.